Monólogo de una vagina

Charo Gamarra Lavado

La razón que tenga grandes molestias,
es porque tengo un cuerpo…
A quien valoriza al mundo tanto como a su cuerpo,
puede confiársele el imperio.
A quien ama al mundo tanto como a su cuerpo,
puede confiársele el imperio
(Tao Te Ching, 13)

Ella es una joven de 23 años que tiene una relación amorosa con un primo hermano desde hace seis años. Anteriormente estuvo con otros dos primos. Llega a consulta por sentimientos de culpa, soledad e inseguridad para tomar decisiones; hace un mes se enteró de su estado de gestación y siente mucho miedo de afrontar esta situación.

Ella: Que si mi vagina pudiera hablar ¿Qué diría?, no lo se, supongo que diría:

Vagina: Te lo mereces por ser tan perra, que ese dolor que te hago sentir es muy poco comparado con el dolor que sintieron tus padres al enterarse lo puta que eres

Terapeuta: Quiere decir eso, ¿crees que Ella es una puta?

Vagina: Si, lo es

Terapeuta:¿Qué es una puta?

Vagina: Una mujer que se acuesta con cualquiera

Terapeuta: Y supongo que eso hizo Ella

Vagina: Si, en realidad hubiera sido mejor que se acueste con cualquiera y no con su familia

Terapeuta: Yo entiendo por puta una mujer que vende su cuerpo por dinero, ¿a Ella le pagaron?

Vagina: No

Terapeuta: Puedes describirte

Vagina: Soy la cavidad de tus carencias, lleno en mi todo el afecto que te negaron de pequeña, especialmente el de tu padre que no te tomo en cuenta, no soporto ahora el rechazo de ningún tipo, soy suave y cálida, nadie me puede despreciar.

Terapeuta (como Ella): Me avergüenzas, no se te ocurre que por tu culpa pasaron todas mis desgracias, si tu no existieras, habría mas pureza en mi, nadie te hubiera tocado

Vagina: Ahora me vienes a echar la culpa de tus desmandes, si no fueras tan fácil y me hubieras protegido no te sentirías así

Ella: Protegerte, como hubiera podido a mis seis años

Vagina: Hubieras gritado

Ella: Pude haber hecho mucho pero no lo hice, esperé que alguien lo hiciera por mi, se que no hice nada y solo permití que hicieran contigo lo que ellos quisieron, pero entonces me merezco todo ese dolor, no crees que eres injusta, porque pagar yo y no ellos, yo era solo una niña

Vagina: Tienes razón a los seis años como podrías defenderme, pero ¿por qué lo permites ahora y con el, eso esta mal?

Ella: El llena las carencias de mi padre, yo lo amo

Vagina: ¿Cómo puedes amarlo, no puedes construir tu felicidad en base al sufrimiento de los demás

Ella: Yo creo que no es justo, yo no pedí nacer en esta familia en la que tienes que amar a todos porque son tu familia, no se lo han ganado

Vagina: Eres sucia

Ella: No lo soy, mi amor es bueno, todos hacen su vida sin que les importe la mía

Terapeuta (como vagina): ¿Cómo que no les importa y por qué lloran tus padres entonces?

Ella: No puedo culparme por todo lo que pase a mi alrededor

Terapeuta: No puedes o no quieres

Ella: No quiero, las cosas se dieron de esta manera, seguramente no me criaron incentivando el amor fraternal, me doy cuenta de ello pero, ahora, decido quedarme con la persona que amo, no por castigar a nadie sino por lo que siento y he formado hasta ahora, estoy embarazada y no me siento sucia por ello, no lo soy.

Vagina: Creo que eso te hace pura al menos ante mis ojos, creo que te juzgue injustamente, perdóname, seguro me debes odiar, por eso me has rechazado hasta ahora

Terapeuta: Pídele algo

Vagina: Quiero que me quieras, yo soy receptora de amor, si existo es porque todos necesitan de eso, nadie puede vivir sin aceptación y amor.

Ella: Si tienes razón, en parte eres dulcemente culpable de este fruto concebido por amor. Creo que eres muy importante y te lo voy a hacer saber siempre, perdóname tu a mi por rechazarte por tanto tiempo, ahora comprendo tu dolor, el que yo también sentía y ningún doctor pudo aplacar, reconozco tu valor y te amo por darme la oportunidad de ser madre.

Después de terminada la terapia, Ella contó que no volvió a sufrir de infecciones vaginales además de aceptarse tal como es y sentirse mejor consigo misma.

En Guestalt aprendí a descubrir como es que las personas se relacionan con su cuerpo y sus síntomas y lo básico que es esto para entender el mensaje de la enfermedad.