Introducción a la Terapia Narrativa
Charo Gamarra Lavado
“Creemos que la gente suele otorgar significado a sus vidas proyectando su experiencia en el marco de relatos, y que estos relatos influyen en su vida y sus relaciones”.
La narrativa es el acto de relatar secuencias escogidas de vida y en este sentido, todas las terapias son narrativas pues todo lo que uno hace como terapeuta y como paciente se entiende en términos de historias contadas y vueltas a contar. Se dice que la narración facilita la construcción de la experiencia incluyendo pensamientos, emociones, acciones, intenciones y motivaciones (Villegas Besora, 1995). Es así como se explica que la persona pueda reconstruir su relato de vida por medio de la reconstrucción de sus propias experiencias.
La persona generalmente llega a consulta con un relato saturado del problema (descripción pobre) y lo que se fomenta en terapia es buscar una descripción mas rica por medio de la exploración de aquellos relatos atípicos que no concuerdan con el relato dominante.
La terapia se fundamenta en la perspectiva posmoderna y postestructuralista, que nos dice que las personas deben enriquecerse y conocer mejor su historia de vida; asume que todo conocimiento es provisional. La ciencia es solo una forma de conocimiento, existe también el conocimiento que parte de la propia experiencia personal que surge y se conforma en la interacción con los otros y que tiene gran significancia para cada persona (conocimiento local). Estas formas de conocimiento no se oponen sino que se complementan para formar una imagen mas completa de la realidad. Por esto la necesidad de ser flexibles y cuestionar nuestro pasado, las normas y los valores que muchas veces están social y culturalmente afectadas y vinculadas al poder político que solo privilegia a cierta élite y desgracia al ser humano haciéndolo su esclavo y generándole sufrimiento, no permitiendo ensayar soluciones mas allá de sus teorías y verdades absolutas que pretenden imponer.
Se debe tener en cuenta lo que hay que hacer para ayudar a la personas a describir su problema y favorecer un relato mas completo. Para ello el terapeuta respeta, cree en las historias y esta atento a aspectos significativos para la persona que contradigan estos relatos dominantes.
El uso del lenguaje externalizante es el primer paso para liberar al hombre de esa clasificación hecha por expertos, pues crea distancias entre las personas y el problema: “Tú no eres el problema, el problema es el problema”, abre nuevas posibilidades de abordaje, reduce conflictos inútiles y favorece la colaboración. Para esto se deberán tener en cuenta:
Los discursos internalizantes: que atribuyen el problema a nuestra identidad, los cuales deberá ser criticados y explorados por medio de preguntas para brindar formas diferentes de conceptuar el problema basándonos más en el conocimiento local, teniendo presente que es la persona la que elige las otras alternativas.
Las preguntas en terapia narrativa son creativas y se utilizan como herramientas para la deconstrucción, mantenido una posición personal y libre de influencias. Son respetuosas, naturales, surgen durante el dialogo y demuestran interés. Sirven para la exploración crítica y cuidadosa de los supuestos culturales, sociales y políticos (“verdades”). Las confronta y descarta si fuese beneficioso. Así mismo favorecen la formación de subargumentos a través de las preguntas sobre los desenlaces inesperados.
Los “Desenlaces Inesperados” no forman parte de un relato ajeno a la persona como erróneamente lo plantean otros autores, sino que forman parte de la historia de la personas, siendo ella misma quien los desenreda paralelamente con su relato global, formando un relato alternativo, más enriquecido que complementa su primer relato (no lo niega) y permite adoptar nuevas formas de actuar, sentir y pensar ante sus problemas. Se usan sólo para cuestionar el relato dominante a favor de la persona sin ignorar o minimizar el problema. No sugieren fortalezas y no se imponen, invitan a tomar una nueva postura en donde descubres cosas fortalecedoras y significativas que limitan el problema. Y para ello deben ser descubiertos y reconocidos por las personas, de lo contrario no dejan de ser hipótesis (indicios).
El narrar y re - narrar es el proceso de contar y escuchar respuestas sobre el subargumento de vida, cuya finalidad es la confirmación de este subargumento, el cual adquiere influencia sobre la vida e identidad de la persona. Cuando la persona reconstruye su vida en terapia narrativa, termina llevando a cabo su nuevo relato: ¡Vive, no sólo habla de forma distinta!
Su sucesión hará que el relato se convierta en una narrativa múltiple, multiargumental que puede seguir enriqueciéndose fuera de la consulta y cuando haya terminado la terapia. Para ello se usarán testigos externos y también se puede invitar a gente importante de la comunidad, significativa para las personas, quienes previa explicación se moverán en un clima de respeto e interés que ayudará a la persona.
Se usan también grabaciones y documentos terapéuticos, que son textos y/o elementos visuales, escritos por el terapeuta o la persona que viene a terapia con la finalidad de recordar y fortalecer los descubrimientos, progresos y nuevas formas de pensar.
El remembrar, suele ser una metáfora de unión interpersonal para obtener apoyo, consuelo o reemplazo fuera de la terapia.
La terapia narrativa tiene el compromiso ético de descentrar al terapeuta y esto se logra mediante el remembrar y la transparencia que evitará una actitud de superioridad inherente culturalmente al terapeuta, y el reconocimiento de la ganancia del trabajo terapéutico.
La terapia termina cuando la persona decide que su relato es suficientemente rico y saludable.
Charo Gamarra Lavado
“Creemos que la gente suele otorgar significado a sus vidas proyectando su experiencia en el marco de relatos, y que estos relatos influyen en su vida y sus relaciones”.
La narrativa es el acto de relatar secuencias escogidas de vida y en este sentido, todas las terapias son narrativas pues todo lo que uno hace como terapeuta y como paciente se entiende en términos de historias contadas y vueltas a contar. Se dice que la narración facilita la construcción de la experiencia incluyendo pensamientos, emociones, acciones, intenciones y motivaciones (Villegas Besora, 1995). Es así como se explica que la persona pueda reconstruir su relato de vida por medio de la reconstrucción de sus propias experiencias.
La persona generalmente llega a consulta con un relato saturado del problema (descripción pobre) y lo que se fomenta en terapia es buscar una descripción mas rica por medio de la exploración de aquellos relatos atípicos que no concuerdan con el relato dominante.
La terapia se fundamenta en la perspectiva posmoderna y postestructuralista, que nos dice que las personas deben enriquecerse y conocer mejor su historia de vida; asume que todo conocimiento es provisional. La ciencia es solo una forma de conocimiento, existe también el conocimiento que parte de la propia experiencia personal que surge y se conforma en la interacción con los otros y que tiene gran significancia para cada persona (conocimiento local). Estas formas de conocimiento no se oponen sino que se complementan para formar una imagen mas completa de la realidad. Por esto la necesidad de ser flexibles y cuestionar nuestro pasado, las normas y los valores que muchas veces están social y culturalmente afectadas y vinculadas al poder político que solo privilegia a cierta élite y desgracia al ser humano haciéndolo su esclavo y generándole sufrimiento, no permitiendo ensayar soluciones mas allá de sus teorías y verdades absolutas que pretenden imponer.
Se debe tener en cuenta lo que hay que hacer para ayudar a la personas a describir su problema y favorecer un relato mas completo. Para ello el terapeuta respeta, cree en las historias y esta atento a aspectos significativos para la persona que contradigan estos relatos dominantes.
El uso del lenguaje externalizante es el primer paso para liberar al hombre de esa clasificación hecha por expertos, pues crea distancias entre las personas y el problema: “Tú no eres el problema, el problema es el problema”, abre nuevas posibilidades de abordaje, reduce conflictos inútiles y favorece la colaboración. Para esto se deberán tener en cuenta:
Los discursos internalizantes: que atribuyen el problema a nuestra identidad, los cuales deberá ser criticados y explorados por medio de preguntas para brindar formas diferentes de conceptuar el problema basándonos más en el conocimiento local, teniendo presente que es la persona la que elige las otras alternativas.
Las preguntas en terapia narrativa son creativas y se utilizan como herramientas para la deconstrucción, mantenido una posición personal y libre de influencias. Son respetuosas, naturales, surgen durante el dialogo y demuestran interés. Sirven para la exploración crítica y cuidadosa de los supuestos culturales, sociales y políticos (“verdades”). Las confronta y descarta si fuese beneficioso. Así mismo favorecen la formación de subargumentos a través de las preguntas sobre los desenlaces inesperados.
Los “Desenlaces Inesperados” no forman parte de un relato ajeno a la persona como erróneamente lo plantean otros autores, sino que forman parte de la historia de la personas, siendo ella misma quien los desenreda paralelamente con su relato global, formando un relato alternativo, más enriquecido que complementa su primer relato (no lo niega) y permite adoptar nuevas formas de actuar, sentir y pensar ante sus problemas. Se usan sólo para cuestionar el relato dominante a favor de la persona sin ignorar o minimizar el problema. No sugieren fortalezas y no se imponen, invitan a tomar una nueva postura en donde descubres cosas fortalecedoras y significativas que limitan el problema. Y para ello deben ser descubiertos y reconocidos por las personas, de lo contrario no dejan de ser hipótesis (indicios).
El narrar y re - narrar es el proceso de contar y escuchar respuestas sobre el subargumento de vida, cuya finalidad es la confirmación de este subargumento, el cual adquiere influencia sobre la vida e identidad de la persona. Cuando la persona reconstruye su vida en terapia narrativa, termina llevando a cabo su nuevo relato: ¡Vive, no sólo habla de forma distinta!
Su sucesión hará que el relato se convierta en una narrativa múltiple, multiargumental que puede seguir enriqueciéndose fuera de la consulta y cuando haya terminado la terapia. Para ello se usarán testigos externos y también se puede invitar a gente importante de la comunidad, significativa para las personas, quienes previa explicación se moverán en un clima de respeto e interés que ayudará a la persona.
Se usan también grabaciones y documentos terapéuticos, que son textos y/o elementos visuales, escritos por el terapeuta o la persona que viene a terapia con la finalidad de recordar y fortalecer los descubrimientos, progresos y nuevas formas de pensar.
El remembrar, suele ser una metáfora de unión interpersonal para obtener apoyo, consuelo o reemplazo fuera de la terapia.
La terapia narrativa tiene el compromiso ético de descentrar al terapeuta y esto se logra mediante el remembrar y la transparencia que evitará una actitud de superioridad inherente culturalmente al terapeuta, y el reconocimiento de la ganancia del trabajo terapéutico.
La terapia termina cuando la persona decide que su relato es suficientemente rico y saludable.
2 Comments:
Excelente!! me ayudo mucho a entenderla un poco mas.
Estimados
Somos Ítalo & Carolina y queremos invitarlos a la iniciativa PRANAS Chile, una red social para terapeutas narrativos que tiene como propósito la difusión de las prácticas narrativas en español, de Chile y otros países del mundo. Nos encantaría que generaramos un vínculo narrativo. Los esperamos en www.pranaschile.org.
En esa red pueden compartir sus trabajos, textos, fotos, videos, etc. todo autoadministrado. Además la idea es generar conocimientos participando de foros y discusiones.
Además queremos saber si podemos vincular su blog en nuestro sitio para que personas conozcan su trabajo.
Saludos afectuosos
Ítalo & Carolina
PRANAS Chile.
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