sábado, julio 22, 2006

LA FAMILIA POSMODERNA

Yacila Deza Araujo

El mundo posmoderno está formado por el pluralismo, la democracia, la libertad religiosa, el consumismo, la movilidad y el creciente acceso a la información, noticias y entretenimiento. Los residentes del mundo posmoderno son capaces de ver y sentir que hay diversas creencias, múltiples realidades y una estimulante pero desalentadora proliferación de modos de ver el mundo; estamos ante una sociedad que ha perdido su fe en la verdad absoluta y cuya gente tiene que escoger en qué creer. (O'Hare and Anderson 1991).

En los años setenta, Shorter (1975) pudo haber sido el primero en describir a una emergente familia posmoderna. Él notó tres importantes características: adolescentes indiferentes hacia la identidad familiar, inestabilidad en la vida de las parejas acompañada por un rápido incremento en las tasas de divorcios y, destrucción de la noción de "nido" en la vida de la familia nuclear con la liberación de la mujer. En este tiempo, Shorter también notó pequeños cambios en los patrones de socialización de los niños.

El cambio dramático de madres que cuidan a sus niños en casa por otras que utilizan cuidadores pagados ocurrió pronto en el mundo desarrollado, reflejando el incremento de participación de las madres en plazas de trabajo.

Mientras los padres solteros, la madre cuidadora, las familias lesbianas y gays y otras variantes de familias posmodernas pueden ser vistas como los resultados negativos de las variantes descritas anteriormente o como productos innovadores, ellos también reflejan lo siguiente:

1. Desilusión del optimismo asumido con el progreso humano y con la universalidad y regularidad de las leyes de la ciencia. A partir de eso llegó la falta de fe en el orden establecido previamente.

2. El desenganche de las fuerzas económicas que subrayaban la conformidad social que obliga a las mujeres a casarse por ser ventajoso para la sobrevivencia, la economía y la transmisión de un estatus a la próxima generación o, por la necesidad de tener hijos en matrimonios que les permitan heredar tierras u otras propiedades familiares que serían su fuente de sustento.

3. La influencia de los medios electrónicos, los cuales reflejan y legitimizan la diversidad familiar.

Para reducir las distancias impuestas entre la gente, su espacio físico y las barreras sociales y comunicacionales, se fomenta la intimidad anónima a través de la radio, los talk shows, columnas en los periódicos, correos electrónicos, boletines computarizados, avisos/consejos proporcionados comercialmente y otros servicios personales disponibles en todo el mundo. El relativo anonimato y la intimidad instantánea de turno, llega a ser una nueva base para el soporte social anónimo cara a cara en el cual los nombres son mencionados a través de pasos programados y movimientos similares de autoayuda.

Un lugar donde el cuidado diario, las computadoras personales, las comunicaciones electrónicas que permiten trabajar en casa y la falta de un trabajo definido en el día para las altas clases ocupacionales, han empañado los límites entre el trabajo y el hogar. Esta interpenetración de casa, trabajo y medios globales contribuye a crear la familia posmoderna alrededor del campo de fuego en la aldea global, trayendo al mundo exterior dentro de la sala y el dormitorio.

Gergen (1991) ha descrito a la emergente familia como una « familia saturada », cuyos miembros sienten sus vidas esparcidas en grandes campos de desocupación. Además de la exposición absorbente de valores, actitudes, opiniones, estilos de vida y personalidades, los miembros de la familia han llegado a estar envueltos en una multiplicidad de relaciones. Las tecnologías de saturación social han creado familias desordenadas con sentido de fragmentación, caos y discontinuidad.

El hogar, no es más un refugio de armonía, serenidad y entendimiento. Puede llegar a ser un sitio de confrontación entre gente de diferentes edades y géneros, quienes tienen ideologías personales y afiliaciones sociales que son tan diversas como especies exóticas en un bosque tropical.

Las organizaciones del potencial humano como lugares conocidos para la educación, facilitan esta sobrecarga discordante presentando talleres cuyos participantes aprenden a percibir sus historias personales pasadas como mecánicas e insignificantes imágenes de televisión. Los movimientos del potencial humano redefinen la identidad personal en términos de elecciones individuales para compromisos con metas futuras.

EL HIJO POSMODERNO

El hijo dentro de la familia

Los niños que crecen en una familia posmoderna han sido llamados niños posmodernos. Los padres en la familia posmoderna pueden abandonar sus roles de educadores (Shorter 1975). Para algunos hijos posmodernos existe una dual socialización que la familia y el cuidador proveen. Por ejemplo, en los estados de bienestar Nórdicos, la familia ha sido descrita como un santuario de intimidad y una zona de estabilidad, mientras que los centros de cuidado desarrollan la capacidad del niño de ejercitar su autocontrol con respecto a su comportamiento afectivo. El niño necesita ajustes flexibles entre estas esferas (Denick 1989).

Con la crianza del niño compartida entre la familia y los cuidadores, nuevos problemas han aparecido. Mientras algunos niños crecen con una doble socialización y con otros idiomas, no son capaces de ajustarse a su ambiente o a las demandas de la diaria transición desde un ambiente al otro. Los niños pequeños pueden ser incapaces de formar las conexiones necesarias entre estos dos ambientes. Las responsabilidades no pueden ser claramente divididas entre la casa y el centro de cuidado. Como resultado, ninguno brindó al niño lo necesario para su crianza. Por ejemplo, en los Estados Unidos, ni los centros de cuidado, ni los padres trabajadores pueden darse cuenta de la responsabilidad de ayudar a que el niño se desarrolle en la capacidad de ejercitar su autocontrol, tampoco enseñan al niño comportamientos sociales básicos como modales en la mesa, saludos, narraciones de eventos diarios o las habilidades de conversar requeridas en la orientación y el reconocimiento social.

En los Estados Unidos las preocupaciones en la crianza de los niños han sido expresadas cuando el padre es soltero o las madres son tan jóvenes que aún son hijas. De acuerdo con Elkind (1981), también hay problemas con los hijos posmodernos de clase media por estar expuestos a la prisa de las trampas físicas, sociales y psicológicas de la adultez antes de estar preparados para lidiar con eso. Las familias confían que sus niños y adolescentes puedan lidiar con las realidades del mundo externo a tempranas edades, percibiéndolos como competentes al arreglar momentos sensatos de violencia, sexualidad, drogas y degradación ambiental en la televisión.

Si bien los padres permanecen muy interesados sobre sus niños en un mundo posmoderno, las percepciones de la paternidad han cambiado. En la era moderna, la paternidad era intuitiva y los profesionales de la salud guiaban a los padres, enseñándoles las normas generales del desarrollo del niño. El padre se enfocaba en el desarrollo total de su hijo. En contraste con eso, la paternidad en el mundo posmoderno es percibida como un conjunto de técnicas que se aprenden con estrategias para lidiar con determinados asuntos. El objetivo ha sido cambiado del desarrollo total de los niños al sentido positivo de su autoestima. En la era moderna, los padres proporcionaban lo que su hijo requería.

Elkind (1991) puntualizó que las técnicas directivas posmodernas pueden ser más fáciles para los padres, pero los niños pueden ser privados del trato acostumbrado. Por otra parte, cree que la atención total en el niño no debe perderse.
Ciertamente, la familia nuclear no es perfecta. La revolución que trae la vida posmoderna corrige viejos desequilibrios en la sociedad a través de la diferenciación parental y los roles de género. Las sociedades radicales cambian y pueden crear nuevos desequilibrios por el incremento de las demandas de los niños y adolescentes.

Sin embargo, está en manos de los profesionales guiar a padres e hijos a través de un mundo globalizado donde siempre imperará la necesidad de un bienestar físico y psicosocial para todos.