jueves, enero 26, 2006

Positivización de lo patológico
El modelo de crisis emergentes desde la Psicología del Caos
José Manuel Valderrama
El psicólogo español Manuel Almendro propone, basado en su experiencia clínica y sus trabajos con Ilya Prigogine, una nueva forma de hacer psicoterapia; es decir, de abordar y comprender el sufrimiento y a este sobre todo.

Un viejo conocido: El síntoma

Almendro nos describe el síntoma, esencialmente, con 2 propiedades:

Es simbólico, incomprensible racionalmente y que habla de la totalidad de ese ser humano.
Es una oportunidad de cambio estructural y comienzo de la emergencia de una nueva conciencia. Tradicionalmente, el síntoma es la llave de acceso a los desordenes profundos de la personalidad y/o el problema en si que ha de ser controlado, suprimido y superado, en pocas palabras, el enemigo a destruir.
Una explicación a esto, que se ve tan axiomático, es el de vivir en una CULTURA del control del CAOS y no una que conviva con ese fenómeno. ¿Y esta clase de cultura es perjudicial para el hombre? Al basarse en el control de la naturaleza, en el no vivir emocional y en la propiedad privada nos ciega a fenómenos complejos como son las interrelaciones entre hombre y medio ambiente, experiencia sagrada con el hombre, etc.
La psicoterapia tradicional se basa en este modelo, basado a su vez en las metodologías propias de las Ciencias Naturales la cual se ven imposibilitadas el comprender procesos complejos como el del ser humano.

Crecer es el resultado continuo de destrucción y construcción: Crisis Emergentes

¿Qué es? “Una inadecuación, dada en un momento critico, entre la persona y su forma de vida, entre la persona y su entorno, una ruptura en el interior del individuo que afecta a sus referencias externas, aspectos que se expresarían a través de su propia psique por medio de una inestabilidad que rompe el orden de un modelo parcialmente aprendido de comportamiento y por ende de su conciencia del mundo”.

Este modelo no niega ni cercena el papel del sufrimiento en la vida (cualidad del hipermodernismo) sino que ve al ser humano en un proceso de transformación, siendo el un proceso que no excluye el sufrimiento.
La palabra emerger contiene gran fuerza al significar nacer, brotar que es elevación cualitativa, buscando como ultima meta la conciencia unitaria (visión mística-transpersonal del mundo) al recordar que el autor del libro trabaja con los nativos de la selva amazónica peruana, fuente de sabiduría inagotable.

El Camino Iniciático: El renacer

Del caos nace el orden sentenciaba Aristóteles en los pórticos del Liceo hace 2500 años, algo parecido a lo que hacia Grof al tratar a individuos con LSD, algo conocido por el hombre desde los albores de la humanidad, manifestados en sus ritos e iniciaciones. Una vision científica actual de este proceso es el de Estructura Disipativa de Ilya Prigogine. ¿Cómo se desarrolla una crisis emergente entendida esta como un proceso disipativo? A través de vórtices caóticos, entendido como magnitud abierta cuyo sentido y dirección es la progresiva inestabilidad y complejidad ofreciendo forma al fluido de energía, conectando lo exterior y lo interior del vórtice.

Vórtice A: Proceso SIB

Este proceso es el arco disipativo base a partir del cual se desarrollan los otros vórtices, cuya finalidad es la diferenciación (evolución). Se compone de:

. Sensibilidad: irrupción de algo que rompe lo lineal (status quo del vivir) que abre la puerta de la diferenciación y es una cualidad emergente. Brota del síntoma.


. Inestabilidad: diferenciación en el proceso psicológico caracterizado por la perdida progresiva del equilibrio vivenciado como situación insoportable de normalidad neurótica. Aparece la crisis psicológica entendida como degradante (se intentará controlar por miedo al cambio) o será oportunidad de cambio, crecimiento al tornarse irreversible en el umbral máximo de sufrimiento. El terapeuta ayuda al paciente a encontrar nuevas formas de vida coherentes al paciente.


. Bifurcación: como punto de máxima diferenciación supone la curación y transformación de todo el individuo, al emerger una nueva conciencia, con la superación de limites en una transformación cualitativa.

Vórtice B: Proceso ISC

Sumado al proceso del vórtice A, es una serie de clases explicativas y constitutivas de la narración (coherencia cognitiva) disipativa.
Se debe tener en cuenta que las vórtices son simultaneas y es solo una representación de un proceso COMPLEJO y CAÓTICO.
Se compone de:

. Irreversibilidad: el cambio cualitativo es el cambio total del individuo lo cual genera un antes-después y un nudo de crecimiento (similar al bambú) en su vida psíquica.


. Suceso: marca el valor del hecho psicológico al entender al síntoma con sentido, no como algo absurdo, estúpido o gratuito implicando que hay algo en juego: el individuo en sí.


. Coherencia: ley de la psicología del Caos al ser la validadora del proceso caótico al encontrar el individuo una nueva coherencia entre él y lo que lo rodea.

Vórtice C: Proceso ICA

“El síntoma es un hecho impredecible”.

. Impredectibilidad: las crisis psicológicas son esencialmente inesperadas.


. Complejidad: por definición lo complejo es intrínsicamente inestable y posee mayor fuerza de diferenciación.


. Autoorganización: al llegar a la bifurcación, el sujeto sería dueño de su propio proceso que así se convierte en metacurativo, siendo la autoorganización el resultado final de la bifurcación y la coherencia: proceso curativo.

Vórtice D: Coste

Todo cambio involucra dejar viejas estructuras de comportamiento. En el proceso se generan resistencias que se entiende como resistencia al coste entendidos como miedos a bifurcar llamadas fluctuaciones neuróticas.

Vórtice E: Atractor-Fractal

El síntoma al ser un estado no ordinario de conciencia por ser vivido como algo diferente al “si mismo” comprende de un atractor, es decir un punto focalizado de la conciencia, en el cual gira la vida psicológica del si mismo y a su vez es un FRACTAL al decirnos la dirección por el cual es necesario bifurcar, la parte total de la vida a la cual hay que variar.

ABORDAJE CLÍNICO: La labor terapéutica

Manuel Almendro trabaja con psicoterapia integral en un proyecto llamado Oxigeme el cual combina técnicas diversas de la psicoterapia verbal, conductual hasta psicocorporal con tal de ayudar a sus pacientes a realizar el proceso disipativo antes explicado para lo cual se ayuda de técnicas de monitores de avances como relatos, mandalas, filmaciones, etc. y la utilización de estructuras traumáticas y de la coraza (a modo de inferencia de lo complejo) que son diseñados con sus pacientes.

Por todo lo expuesto, prestar atención al libro Psicología del Caos y darle una leída para la profundización de lo aquí expuesto.